Hay veces en que el silencio lo es todo, es tan comodo que preferirias nunca perderlo, pero siempre llega algo o alguien que lo desaparece. Esta no es una de esas veces, todo esta en silencio, no es que no escuche nada, escucho la television, diferentes personas hablando de como salvar un gato, pero no escucho nada de las personas que mas quiero, no escucho sus voces, ni su respiracion, las veo, pero solo son sus cuerpos inmoviles, estaticos, silenciosos. Es horrible este silencio, por que me gustaria oirlos, escuchar tan siquiera esos extraños sonidos raros que hacen cada uno de ellos, incluso el sonido de sus pasos en el piso frio seria de mucho placer, pero no hay nada.
No recuerdo que antes tomara tanto en cuenta esos pequeños detalles... no, no estoy en etapa terminal de alguna enfermedad o algo por el estilo... simplemente me gusta poner atencion en las cosas mas minimas, sobre todo cuando no hay nada mas por hacer. Aprendi a hacerlo cuando estaba sola, la mayoria de mi vida he estado sola, todos lo estamos, nacemos solos y morimos solos, sin embargo la mayoria encuentra alguna compañia para cada rato, bien, ese no fue mi caso, no pude encontrar a alguien que me soportara el tiempo suficiente, asi que aprendi a disfrutar de mi soledad, como? observando, escuchando, percibiendo todo lo que habia a mi alrededor. Hasta ahora lo sigo haciendo y no pienso descuidarlo, dejarlo de hacer me llevaria a la ruina.
Tambien recuerdo que en los momentos que no estaba sola estaba con mi familia, en especial con mi hermana, es una chica menor que yo por un año y algo, algo testaruda, siempre peleabamos, aun ahora lo hacemos, la unica diferencia entre el pasado y el presente es que ya no me llaman la atencion cuando lo hacemos. Ella antes era muy berrinchuda, queria algun juguete que era de mi pertenencia y con tal de tenerlo hacia un coraje tremendo, era... perdon, es una actriz estupenda, cuando quiere algo es tan determinada que hace cualquier cosa para obtenerlo, en ese entonces empezaba a llorar, si no resultaba, lloraba y ponia una mirada de esas maleficas que solo le ponen a los monstruos de las peliculas, si no le hacia caso, dejaba de llorar, seguia con la mirada de demonio y apretaba los dientes, a los pocos segundos apretaba las manos y empezaba a temblar de la fuerza que empleaba en su berrinche, se ponia roja, casi creo que las venas al lado de su sien se saltaban, era horrible... mas cuando nos encontraba nuestra madre y la veia asi... simplemente yo tenia la culpa.
Aun sigue haciendo esas miradas, ya no me asusta tanto, pero cada dia saca una nueva, mas aterradora que la anterior, si algun dia se pone verde y empieza a vomitar la llevare a una audicion para la proxima pelicula de terror que tengan planeada en Holywood.
Las miradas que matan no siempre vienen de extraños, puedes esperarlas tambien de los seres queridos... cuidado.
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