lunes, junio 20, 2005

Una historia que nadie quiere leer

Ves la pantalla en blanco y te vienen a la cabeza preguntas como: "¿Te quedarías conmigo?" o "¿En realidad me amas?" el problema es que no hay a quien decírselas. Ves el espejo, ese grande, donde cabe el reflejo de una persona de pie, el que te regalo tu abuela, ese que pusiste a un lado de tu closet, te das cuenta que estas sola, ese reflejo es solo tuyo y de nadie mas, por mas que busques detrás de ti, arriba, abajo o a los lados no encontraras nada; sin embargo, puede encontrar ese sentimiento de tristeza en tus ojos, la marca inconfundible de la soledad son los ojos hundidos, de un color anormal al resto del rostro, vidriosos o rojos, cansados de llorar o de esperar despierta en las noches por algo que nunca llega, después de unos meses así llegas a preguntarte ¿qué estoy esperando?.

La vida pasa, una mala escritura se aparece y tú, perdida y creyéndote ignorada, te proclamas escritora, desahogas tus penas en una hoja en blanco o una pantalla, incluso compraste un perro para practicar un poco el uso de la lengua y ahora cada que lo sacas a pasear para que el pobre descargue sus necesidades en el césped, tú, despiadada o desesperada, le cuentas cosas mundanas que asaltaron lo más profundo de tu alma.

Loa años pasan, consigues unas cuantas publicaciones y Rosty... tu compañero de penas y paseos al parque, ese al que le contabas hasta del grillo que se te paro en la cara, desafortunadamente murió o afortunadamente se libró de tus charlas. No importa ya, al final haz llenado tanto tu agenda con giras y promociones, cenas y almuerzos que el pobre animal hubiera muerto de hambre, encerrado en una perrera, tal vez en soledad, así se les paga a los amigos, se les usa y se les abandona.

Pero un día, al final de la jornada, regresas cansada por fin a tu casa, a ese rincón olvidado de tu pasado, tomas una ducha... no, un baño en la tina, uno de esos de 30 min. que te relajan con agua caliente pero no duran lo suficiente como para que tu piel se haga flácida, después de todo aún hay oportunidad, aún eres bella, exitosa, llena de... tu sabes. Sales envuelta en una toalla, blanca, suave, aún huele a nueva. Unos pasos por aquí y por allá buscando que usar, algo cómodo, fresco y sin quererlo tropiezas con algo grande, duro, el pie te duele del golpe o más bien la patada que diste, levantas la mirada y ahí esta... tú, tu viejo espejo, el que ha pasado generaciones en tu familia, recuerdas la ultima vez que te viste ahí, tanto tiempo ha pasado... si, hace cuanto que no observabas esos ojos vidriosos, esa cara demacrada, ese pelo enmarañado, las ojeras un poco más marcadas, la delgadez de tu cuerpo, por más que te hayas querido disfrazar tu "yo" anterior sigue ahí, no, no puede ser, es tu fantasma, es sólo tu imaginación. ¿Cómo puede ser posible? han pasado tantas cosas, tantos años y tú sigues igual que antes, sólo sirve para volver a las preguntas de antes ¿Te quedaras conmigo? ¿Me amas? y una respuesta llega a tu mente: "Si, estaré contigo por siempre, te amare por siempre" aún no ves a nadie mas en ese reflejo, así que... sí, esa tienes que ser tú, estas sola y aún así no dejas de asombrarte, sólo hay una persona que puede amar ese reflejo y sólo eres tú, años perdidos en un mundo encontrados en un instante de vanidad, sólo tú.

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