Día 12

Ya paso el fin de semana, se vuelve muy difícil a veces pasar los ratos, pero esta vez no batalle tanto gracias a las amistades.

Traigo un nuevo aire de fortaleza y decisión, tal vez los planetas no se equivocan y con esta luna llena si vino mi cierre emocional y espiritual, mi paso a la transformación personas más grande del año astrológico. Tal vez sólo me duele la cabeza de pensar y estoy evitando hacerlo.

También estoy evitando sonar como una niña mimada e indecisa cada vez que platico de esto a quién pueda, pero por más que trato cada narración de la historia parece una novela barata que me enferma y me da vergüenza, me hace preguntarme como pude caer yo en este tipo de drama barato, me da coraje escucharme y no reconocerme en mis palabras y en mis acciones. Espero que sea pasajero.

Soñé muchas cosas interesantes este fin de semana, entre ellas una boda de vagabundos, muy pobres y muy felices, y recibí un mensaje de uno de los personajes de mis sueños, que al parecer todo lo que estoy haciendo es escupir hacia arriba. Lo estoy interpretando como si todo lo que estoy haciendo simplemente me va a volver a caer con toda su asquerosidad si no me muevo de ese lugar pronto… o debo dejar de escupir? Jaja eso no fue muy claro. Creo que dentro de mi sé que esto no está bien, así que es mejor que lo acepte.

No he abandonado mi mantra, no olvido mis objetivos, ni lo que me propuse, todo sigue aquí adentro cocinándose y preparándose para ser servido. La cocina no se me da, pero si el trabajo duro. Veamos a donde me lleva este esfuerzo.