Estoy exhausta físicamente. Eso es bueno, no me quedan muchas energías para pensar o para andar teniendo fantasías. Incluso me ayuda a mantenerme en un estado constante de concentración en lo inmediato, en lo que hay que hacer para que en el momento funcionen las cosas. Con este nivel de energía no tengo suficiente para sentirme deprimida, para andar de negativa por el mundo o para pensar en todos los escenarios habidos y por haber respecto a tal o cual situación.
Estoy cansada y me mantengo dentro de una simpleza muy relajante, no me estoy complicando las cosas, y eso es tan reconfortante.
Lo mejor de todo sigue siendo que en las noches ya no trato de dormir, sólo duermo.
Aún tengo pendiente eso de perdonarme a mí misma, seguir adelante, mejorar mi persona y todas esas metas de las que ya tengo días escribiendo. Siguen adentro, pero creo que primero tenía que sacar toda la energía negativa para hacerle cacho a las nuevas vibras, esperando que sean diferentes, mejores, llenas de algo más y que me dejen realizarme en más planos de los que tenía contemplados.
Me seguiré cansando, sudando y trabajando hasta estar lista. No sé cuánto tiempo lleve, pero cuando eso suceda estoy segura que lo sabré.
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