Escuchando a un compañero de trabajo hablar sobre su familia y su esposa, me vienen más dudas en cuanto a cómo debe ser una relación. Cada vez que sale el tema y él cuenta algo de su vida en familia me doy cuenta que las cosas no son perfectas, que todo va a ser situaciones difíciles, que muchas veces la persona con la que te casas no es ideal y definitivamente tampoco es ideal la forma en que reacciona a las cosas.
Cada vez que escucho lo que hace por sus hijos y que es lo que piensa de su esposa me da cierto gusto, me alegra saber que aunque las cosas no sean perfectas y no funcionen tan bien, tomen simplemente lo más importante y sigan funcionando.
Me da un poco de esperanza en que tal vez pueda conocer a alguien así, con esa paciencia y tranquilidad para darse cuenta que yo no soy perfecta y no reacciono tan bien, pero que aun así funciono y que quiera invertir su tiempo a largo plazo a ver si algún día llego a funcionar mejor, pero que si no lo hago, no va a afectar su tranquilidad y su paz mental.
Necesito esa tranquilidad para sentirme segura, para confiar en equivocarme sin estropear la vida de alguien más.
Ya tengo más pistas de lo que quiero, poco a poco se me van revelando y espero pronto armar el rompecabezas.
Y también en el camino voy aprendiendo a disfrutarme a mí, disfrutar de mi soledad de nuevo.
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