miércoles, enero 14, 2015

En estado defensivo

Estoy a la defensiva, por todo y por nada en específico. Me siento triste y herida, frustrada y decepcionada de lo que soy, de lo que hago, de cómo lidio con el mundo. Estoy débil y quiero esconderme, ocultarme, dormir y dejar pasar esto que me está consumiendo energía.

Tengo el pecho pesado y caliente, no es ningún sentimiento de amor, más bien un atorón tremendo de emociones, como si todo lo que me he estado guardando en mi vida quisiera salir de pronto y quiera inundarme no sólo los ojos de lágrimas, sino todo mi ser con una furia tremenda.

Todo me molesta, todo me hace recordar que no soy o que no fui, incluso que no seré.

Siento muy enraizados en el corazón unos rencores hacia mis seres queridos, con ganas de hacer muchos reclamos que ya no caben en las conversaciones. Estar con ellos me provoca una impotencia de ser.

Con todo el mundo no soy, sólo finjo ser.

Creo que estoy en cierto tipo de negación, no acepto el hecho de que me agrada sentir estos rencores, no quiero aceptar que están ahí porque eso significa que el amor por mi familia es superficial o manchado.

Me duelen muchas cosas que a la vez se convierten en nada. Me encantaría hablar de eso con alguien pero a la vez no quiero andar escuchando consejos de lo que creen que debo de ser, estoy enojada con todos por decirme que regocijarme en lo negativo está mal. Sólo por esta ocasión quiero aceptar que cada vez que me siento así de vencida me siento más en contacto con mi yo real.

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