miércoles, agosto 27, 2014

Día 28

En la recta final de este reto.

Estoy inundada de síntomas de alergias y una voz ronca, sensual, a quien quiero engañar, enferma. Y lo más reconfortante en este momento es darle un sorbo al té de manzanilla con limón que acabo de hacer, no muy caliente no muy tibio, y al final suspiro.

Pareciera que al final de todo lo bueno suspiro, de todo aquello que necesitaba para hacerme sentir bien en ese momento llega y se va con un soplo de aire final de mi parte, como para hacerlo volar cual pluma en mis manos. O simplemente es una señal de descanso, de algo que me traía con pendiente y ya no. Un momento de paz.

Me hace falta respirar más, estar consciente de esa inhalada y exhalada que casi siempre se me olvida notar a menos que este triste. Me falta apreciar más esos pequeños detalles pero tan importantes que significan que estoy viva, que esto no se ha acabado, que la carrera sigue y que aún hay oportunidades de todo y de nada.

Hoy será un día muy estresante, pero con suerte voy a salir adelante con un buen humor y feliz de haber hecho todo lo que pude de acuerdo a las situaciones que se me presentan. Estoy cansada, sí, pero de cierta forma es ese cansancio el que me guía a relajarme y a tomarme las cosas con más calma.

Hoy no soy fuerte, por eso debo de ser precavida, pensar antes de decir y actuar, medirme y ya no ser tan yo indiscriminadamente con todos los aspectos del mundo. Hoy puedo dejar de ser la intensidad de mi yo y ser sólo una parte, más fluida, más maleable.

Definitivamente cuando uno está cansado se deja influenciar por todos. Veamos que o quien me influencia el día de hoy y para donde me llevará esa influencia.

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