Ahora sí, una vez más terminamos como amigos y yo aún estoy necia que no quiero. Pero se tiene que hacer, ahora si no hay vuelta atrás.
Y aquí estoy derramando lágrimas con permiso, lamentándose y despidiéndole una vez más, pero no de ti.
Aquí estoy arrancándome las plumas de mis alas de ilusiones y esperanza y guardándolas en un cofre de memorias para darles un vistazo después.
No sé que duele más, arrancar una a una las ilusiones de algo que no va a ser o el hecho de saber que esta no será la última vez que lo haga, que en un futuro volveré a usar estas alas de esperanza y que muy probablemente me las tenga que volver a arrancar.
Cuantas veces puede uno arrancarse el alma? Cuantas veces se puede continuar así?
Y al final cada par de alas es diferente, cada vez hay menos plumas, cada vez me fallan más, cada vez vuelo menos.
Que pasa cuando ya no puedes volar?
Tengo que empezar a construirme alas de diferentes materiales, no me puedo dar el lujo de perderlas a cada rato.
Adiós mis alas, las veré después.
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